Por Raquel González Salvatierra
Publicado en Gastronomía
Se acerca el 14 de febrero, fecha que cuenta con defensores y detractores casi a partes iguales. En el bando de quienes gustan de celebrar esta festividad en honor a Cupido y, con gran arraigo en Estados Unidos y Reino Unido y cada vez más adeptos en España, son muchas las parejas que deciden acompañar la ocasión con una cena y un buen vino.
Pero, ¿y si además añades a este tándem una banda sonora acorde? Crea un ambiente cálido, escoge vuestro menú preferido y, ¡nos ponemos manos a la obra!
Vino y música, una antigua tradición
La relación entre el vino y la música con San Valentín se remonta a la antigüedad, cuando se consideraba que esta bebida tenía propiedades afrodisíacas y se utilizaba en celebraciones y rituales relacionados con la exaltación del amor y las pasiones.
La música y las danzas también han jugado un papel decisivo en las celebraciones de este poderoso sentimiento, como es el caso de los grandes festivales en honor a Dionisos, que tenían lugar en la antigua Grecia, y en los que el vino y la alegría eran los protagonistas.
Además, la música y el vino también tenían un papel importante en la vida cotidiana de las tradiciones de nuestros ancestros, formando la primera una parte integral de la educación y el vino, por su parte, de la salud, por considerarse que este tenía propiedades medicinales y curativas.
En definitiva, tanto en la antigua Grecia como en la antigua Roma, vino y música eran elementos clave en las festividades y en la vida diaria, y se consideraban parte de la cultura y la tradición de la época.
Eligiendo el vino idóneo
Volviendo a vuestra velada, una vez escogido el menú, preparado la mesa y dispuestas decoración e iluminación, nos queda pasar a elegir un vino para amenizarla.
Recuerda que no existe una combinación única, sino que más bien la elección dependerá del gusto personal de los comensales. Aunque, eso sí, quizá, por tratarse de una ocasión especial, os apetezca saliros de los tintos y blancos y decantaros por un rico y efervescente espumoso.
La música, que no falte
Ya tenemos listos menú y bebida. Ahora ya solo queda poner a esto una banda sonora estimulante.
Os proponemos la siguiente setlist con diez canciones y vinos para dar a la cena el broche final impecable.
– Comenzamos con los británicos Depeche Mode y su mítica balada Somebody, un tema que peina unas cuantas canas y que forma parte de su álbum Some Great Reward, de 1984.
– No puede faltar tampoco Lovesong, de los también ingleses The Cure. Toda una declaración de amor que ha tenido un digno envejecer y que suma ya más de tres décadas.
– Continuamos con nuestro viaje musical con la mítica Unchained Melody, que puso banda sonora a una de las películas del género romántico por antonomasia, Ghost, y que firman The Righteous Brothers. Una de las canciones más versionadas de la historia de la música, y que el bueno de Elvis Presley también interpretó magistralmente al piano.
Pinot Noir para acompañar a Depceche Mode nos parece lo más oportuno, Elixir va de maravilla con el frescor de The Cure y un cremant elegante para una canción elegante como Unchained Melody.
– Y, hablando del rey del rock no podemos dejar de añadir a nuestra lista la preciosa Can´t Help Falling in love with you. Otra joya musical imperecedera.
– Otro de los temas que no deberían faltar en vuestra noche especial es My Girl, con su inconfundible y pegadizo bajo. Otra de esas maravillas imperdibles.
Y, por cierto, quien suscribe estas líneas no puede ocultar su debilidad por la versión a cargo de The Jesus And Mary Chain, que le dieron, hace ya algunos añitos su toque moderno con un precioso y guitarrero resultado.
– Alcanzamos el ecuador de nuestra banda sonora con la inconfundible voz de Eddie Vedder y su intimista The Haves.
Personalidad para el Rey, elegancia para Eddie Vedder y burbujas para los chispeantes The Temptations.
– Damos ahora un salto en el tiempo a la década de los años 60 de la mano de The Shirelles y su archiconocido Will You Still Love Me Tomorrow, que artistas de la talla de Amy Winehouse versionaron muchos años después.
– No podríamos olvidarnos de otra balada por excelencia con vídeo musical con modelo y cantante incluidos a cargo de Chris Isaac y Helena Christensen y sus pasionales escenas en el videoclip de la canción Wicked Game.
– Incluimos también un tema patrio en nuestra lista con Amaral y Cómo hablar, que formó parte de su exitoso segundo disco Una pequeña parte del mundo, y que, en el verano del 2000, sonó en todas las emisoras del país.
– Para finalizar, os sugerimos a los californianos The Beach Boys y su God only knows, que, en la década de los primeros 2000, fue la banda sonora de otra de las películas del género amoroso más alabadas por la crítica, Love Actually, y su famosa escena final del aeropuerto.
Un Champagne clásico para un clásico atemporal como Wicked Game, una voz con carácter como la de Amaral casa bien con el Ródano y con Los Beach Boys descorchamos este cremant fresco y vibrante.
Esperamos que esta lista os sirva de inspiración y festejéis por todo lo alto.
¡Viva el amor!
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